jueves, 13 de septiembre de 2012

EL MILAGRO DE LA VOLUNTAD


Alex Zanardi, de la F1 al oro Paralímpico en Londres 2012
Alex Zanardi, ex piloto de F1, ha conseguido dos oros en los Juegos Paralímpicos de Londres culminando una increíble historia de superación personal.
ALEX ZANARDI-FORMULA 1 CON TRACCIÓN HUMANA
A buen seguro que todas las historias que hay detrás de los héroes que desfilaron por el estadio olímpico de Londres después de Usain Bolt, Michael Phelps o Kobe Bryant, son igual o más duras (a la vez que emocionantes) que la de Alex Zanardi, ex piloto de F1. Pero nadie habría sido capaz de predecir que las manos de este hombre, capaces de conducir a más de 300 km/h, le llevarían hasta el oro olímpico a golpe de pedal... sin piernas.
Nacido en Bolonia en 1966, este italiano debutó en la F1 con 25 años en la misma temporada y en el mismo equipo en el que lo hizo Michael Schumacher. Fue el 29 de septiembre y el circuito de Montmeló vio a Mansell ganar por delante de Prost, Patrese, Alesi y Senna. Schumacher, que ya corría para Briatore en Benneton, acabó séptimo y un tal Alessandro Zanardi remontó desde la posición 20 de la parrilla hasta ver la bandera a cuadros en noveno lugar.
Pasarían dos años y otros tantos equipos más (Minardi 1992 y Lotus 1993) hasta conseguir su primer punto en la F1. Fue en Brasil, donde acabó sexto. Cinco meses después, en los entrenamientos libres en Spa-Francorchamps, Zanardi sufrió un brutal accidente en el que Senna tampoco tuvo tiempo de frenar y se salió de pista. Los médicos dijeron que había soportado un impacto 18 veces más fuerte del que, normalmente, es un accidente mortal. Alex había salido ileso.
En 1994 terminó su etapa en Lotus y cambió de aires. Se fue a 'hacer las Américas' corriendo en la Champ Cart, donde ganó los campeonatos de 1997 y 1998. Lo que le sirvió para que, en 1999, Frank Williams le volviese a dar un volante en la F1, sin llegar a lograr unos resultados brillantes y dejando su asiento en el equipo británico a un joven Jenson Button. 
Hasta aquí la trayectoria de Alex Zanardi en la F1, que tras 41 Grandes Premios y aquel solitario punto en Interlagos, daba por concluido su periplo en la categoría reina con más penas que gloria.
La temporada 2001 fue la de su regreso con los monoplazas americanos y también la que cambiaría su destino para siempre. Faltaban seis carreras para el final del campeonato y la Champ Cart pasaba en una breve gira de dos pruebas por Europa. Era 15 de septiembre y Zanardi lideraba la carrera en el circuito alemán de Lausitz, en la vuelta 141, momento en el que entró en boxes. Tras una parada algo errática, el italiano se incorporó a pista perdiendo el control de su coche. Patrick Carpentier logró esquivarle, su tocayo, el canadiense Alex Tagliani, se lo llevó por delante a más de 320 km/h. El choque destrozó la mitad delantera del monoplaza de Zanardi. La colisión no fue mortal en el acto por apenas 20 centímetros.
El italiano fue trasladado a la clínica Berlin-Marzahn en estado “extremadamente crítico”. Su corazón se paró en siete ocasiones y tuvieron que inducirle el coma. Llegaron a darle la extremaunción. Dos días después, su vida no corría peligro y unos días más tarde despertó del coma... había perdido las dos piernas, tuvieron que amputárselas por encima de la rodilla. Recibió el alta el 30 de octubre. 
Pero de aquella catástrofe hubo dos cosas que salieron intactas: su habilidad con el volante y su coraje. Volvió a Lausitz en 2003 y completó las 13 vueltas que le faltaron para ganar aquella trágica carrera. Como él mismo cuenta en su página web, la gente esperaba una exhibición lenta, pero su tiempo por vuelta le habría clasificado quinto, alcanzó los 311 km/h.
No se rindió, se rehabilitó por completo y diseño sus propias prótesis de titanio para que éstas le permitiesen seguir conduciendo... coches de carreras. Volvió a competir con turismos en 2003 con un BMW adaptado a su nueva condición. Tenía 37 años y acabó séptimo en la segunda manga disputada en Monza, ante su público. En 2005 logró en Alemania su primera victoria desde que 'solo' conducía con las manos.
En 2006, BMW le dio la oportunidad de conducir un F1 en el circuito de Cheste. Dijo que su principal problema era tener que tomar las curvas solo con su mano derecha, mientras controlaba el acelerador con la izquierda, y afirmó, con la ironía y sinceridad de un héroe, que: “Por supuesto, sé que no voy a conseguir un contrato con el equipo de Fórmula Uno, no obstante tener la oportunidad de conducir un monoplaza de F1 de nuevo es increíble”. Yo pude ver con mis propios ojos como sacaban entre los mecánicos aquel medio cuerpo lleno de valor del monoplaza y lo colocaban sobre sus prótesis para salir andando del box ayudado por sus muletas. Impresionado y congelado por el respeto que sentí por aquella estampa y aquel hombre, fui incapaz de hacer una foto del momento exacto en el que lo sacaban en vilo del coche. 
Se tomó en serio las carreras del WTCC y ganó cuatro pruebas, amén de varios podios, en las cinco temporadas que disputó, siempre corriendo para BMW. 
ALEX ZANARDI-UNA LEYENDA DE ORO
Entre tanto, había diseñado sus propios karts de competición para jóvenes talentos del Campeonato del Mundo y descubrió que, además de sus virtudes al volante, era un verdadero crack montando en un triciclo adaptado a su minusvalía, en el que pedalea con las manos. En 2009 fue cuarto en el maratón de Nueva York de la categoría con solo cuatro semanas de entrenamiento (ganaría en 2011). Ganó el de Venecia en 2009 y el de Roma en 2010 con un tiempo de 1 hora, 15 minutos y 53 segundos (la velocidad media fue superior a 34 km/h). En 2011 alcanzó el subcampeonato mundial de la categoría. Fueron méritos más que suficientes para conseguir una plaza para los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. 
Allí ha ganado la medalla de oro en contrarreloj y, unos días más tarde, la prueba de ruta en los aledaños del circuito de Brands Hatch, que a estas alturas conoce como la palma de sus poderosas manos. Cumple 46 años en octubre y sigue sin cansarse... dice que quiere correr las 500 millas de Indianápolis en 2013. Que así sea.

Fuente: es.formula1


                                                                                SERGIO TOLABA

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