viernes, 6 de abril de 2012

JUEGOS OLÍMPICOS DE BERLÍN 1936

Jesse Owens

Cuando Alemania consiguió traer los Juegos Olímpicos de 1936 para Berlín, la capital del país, Adolf Hitler aún no estaba en el poder. Eso impidió que él usara el evento para tratar de confirmar su teoría de la raza superior. En las calles de Berlín, había banderolas con el símbolo nazi mezclados con la bandera olímpica.
En la fiesta de apertura, la antorcha llegó al estadio cargada por un legítimo representante de la juventud nazi. De nada le sirvió a Alemania haberse comprometido en no promover ninguna especie de manifestación racial, ideológica o religiosa durante las pruebas. En la ceremonia de apertura, después del himno alemán, 100 mil personas gritaron "Heil Hitler". Por la Villa Olímpica, estaban impartiendo panfletos con mensajes como "juden unerwuenscht" (judíos indeseables). Fueron retirados los panfletos, pero el ambiente de intolerancia racial se mostraba evidente. A Jesse Owens lo llamaban el "esclavo de los blancos americanos". Los alemanes victoriosos aparecían en los periódicos como "rubios vencedores". Los negros siempre eran discriminados en las Olimpíadas. Muchos no llegaban a participar en el desfile de la ceremonia de apertura. Esto ocurría principalmente en la delegación de los Estados Unidos. En 1936, los negros consiguieron su espacio. En los juegos de Berlín, los negros vencieron gran parte de las competiciones. Como Jesse Owens, que conquistó 4 medallas de oro. Hitler molesto, se negó a entregar las medallas al atleta negro. Pero sus medallas le fueron entregadas. Sin embargo el Führer saludó al principal rival de Owens en el salto.



                                                                                                                               SERGIO TOLABA

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