Comienza el
balance de Londres 2012
Los Juegos Olímpicos
ya forman parte del archivo. Se cerraron dos semanas de festejos, lágrimas,
sorpresas y frustraciones. Confeccionar un balance atado al medallero sería un
error. La Argentina, que tuvo una actuación acorde a sus posibilidades, se marcha
de Londres con 4 medallas: uno oro (Crismanich, en taekwondo), una plata (Las
Leonas), dos bronces (De la Fuente y Calabresse, en Yachting, y Del Potro) y
diez diplomas olímpicos. El presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo
Werthein, comentó días atrás la austera expectativa que existía con respecto a
la cosecha olímpica. Pero, más allá de los fríos números que arrojan estos
Juegos para los argentinos, es momento de poner a Londres 2012 bajo el scanner,
más allá de los colores de la medalla y los diplomas.
UNA CUESTIÓN DE
MEMORIA
La figura: Sebastián Crismanich. Si bien había expectativas por su presentación
en los Juegos, pocos confiaban en que podía alcanzar el oro olímpico en
taekwondo. Desde Londres 1948, la Argentina no conseguía un oro a nivel
individual. Gran gesta del correntino, de 25 años.
El orgullo: Las Leonas y la Generación Dorada. Hay que sacarse el sombrero. La
medalla de plata habla de la excelencia del equipo femenino de hockey, con
Luciana Aymar, inagotable, como estandarte principal. Para el básquet, el
cuarto puesto dejó gusto a poco, pero la huella de este equipo a lo largo de
los años permanecerá intacta por siempre. El desafío de ambos planteles será
continuar el camino en el recambio con las nuevas generaciones.
La vigencia: Calabrese-De la Fuente en la Clase 470. Desde Atlanta 96, es decir
por quinto Juego consecutivo, el yachting se sube al podio. Esta vez fueron
Calabrese y De la Fuente (bronce en Sydney 2000 junto a Conte), que lograron su
objetivo en Weymouth. Agua dulce para nuestro país.
El adelantado: Del Potro. Luchó como un TOP 3. Lo deseó con la gloria del
deportista más amateur. Difícilmente, Delpo se olvide del histórico partido que
perdió ante Federer y su sólido juego que le permitió vencer a Djokovic. La
bandera argentina flameó en Wimbledon. El tandilense fue bronce.
Las sorpresas: Federico Molinari, en anillas, y Germán Lauro, en lanzamiento de
bala. El santafecino se metió en la final y terminó octavo, tras una mala
salida en su arriesgada rutina. Igual, su logro no estaba en los planes de
nadie. Lo de Lauro también merece unas líneas: rompió el record argentino tres
veces en el día, finalizó 6° y se metió en la historia del atletismo argentino.
Tanto él como Molinari se llevaron diplomas.
Quedaron muy
cerca
Suárez y Rosso, en doble par, hicieron unas
semifinales notables. Luego, en la final, terminaron cuartos y se quedaron en
la puerta de una medalla. Miguel Correa y Rubén Rézolason, en kayak, se colaron
en una final, también, inesperadamente. Diplomas para ellos.
La sensación: el voleibol argentino. Hay futuro. Esta generación de chicos tuvo
una valiosa carta de presentación en Londres. Cayeron ante el exigente Brasil
en cuartos de final, pero no hay nada para reprocharles. El objetivo: trabajar
para llegar mejor a Río 2016.
El personaje: Liu Song. El chino nacionalizado argentino perdió en segunda rueda,
pero se llevó el cariño de toda la delegación argentina. Fue uno de los más
buscados por los propios atletas para sacarse fotos con él. Tras conseguir el
oro en Guadalajara estuvo cerca de pelear por una medalla en Londres.
Debut amargo: el Handball. El seleccionado argentino hizo su debut en un Juego
Olímpico. Se sabía que la diferencia con los equipos europeos era grande. Sin
embargo, la derrota ante Túnez se la reprocharán por mucho tiempo estos chicos.
Ese era el partido que podían ganar y lo perdieron. Se quedaron en la fase de
grupos.
La decepción: Jennifer Dalghren y Julio Alsogaray. La argentina llegaba con la
ilusión de meterse en una final olímpica en lanzamiento de martillo y ni
siquiera pudo puntuar: hizo tres lanzamientos nulos y quedó eliminada.
Alsogaray, a los 32 años, tuvo una marcha irregular en la clase Láser, fue
descalificado por una largada adelantada y no pudo correr la deseada Medal
Race.
Bochazo masivo
La natación argentina quedó en los últimos
lugares, lejos de los tiempos olímpicos. A saber: Federico Grabich terminó 41
de 43 en los 100m espalda; Georgina Bardach fue última en su serie de los 400 metros medley
(4m57s31) -20 segundos más que en Atenas 2004-, al igual que Juan Martín
Pereyra en la suya de los 400
metros libre (3m56s76). Cecilia Biagioli terminó 17ª en
los 10 kilómetros
de aguas abiertas.
FUENTE: CANCHA LLENA
SERGIO TOLABA
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