De Grecia a Yavi
- Periodismo, Educación y valores olímpicos
- Influencia de los Medios de
Comunicación.
- Valores en la educación y el
deporte.
Los juegos olímpicos desde sus
anales se propusieron como objetivo la realización del hombre, en sus distintas
dimensiones. Partiendo de lo físico, considerando el cuerpo como un templo, el
templo del alma, asociado a la educación y la cultura, en aquellos tiempos.
Hoy, los desafíos no son solo para los atletas sino para la sociedad misma, y están puestos en el
verdadero valor de los postulados que esgrime la Carta Olímpica, los ideales de
Cubertin y de los hombres que contribuyeron con la causa del Olimpismo.
La pregunta hoy es, qué es el
Olimpismo, si sus términos serán aplicables en nuestros jóvenes, los medios y
el periodismo están o no preparados para su difusión, el Ministerio de educación
permitirá su inclusión en los planes curriculares o dejará pasar la oportunidad,
nuestros docentes, tienen la información necesaria o no.
Desde luego que es muy complejo el
abordaje de estos cuestionamientos puesto que vivimos en una sociedad compleja
y cambiante.
Para Pierre de Cubertin el Olimpismo no es un sistema sino un
estado de espíritu, estado de espíritu imbuido en un doble culto, el del
esfuerzo y el de la euritmia. La pasión por el exceso y la medida combinados. Una
doctrina entre el cuerpo y el espíritu.
La Carta Olímpica considera al
Olimpismo como una filosofía de vida al asociar al deporte con la cultura y la
educación, se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del
esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios
éticos fundamentales universales. Es por ello que el objetivo del olimpismo es
poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre.
En términos de Conrado Durantez Corral
el deporte es la correa transmisora del olimpismo. En términos oficiales
deporte es recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo general al aire
libre.
La educación, otro término que
expondremos en este trabajo, está entendida como el proceso por el cual le son
transmitidos al individuo los conocimientos, actitudes y valores que le
permiten integrarse a la sociedad. Este proceso que se inicia en la familia,
afecta tanto a los aspectos físicos como emocionales y morales, y se prolonga a
lo largo de toda la vida del hombre.
El siglo XX a experimentado los
mas vertiginosos y los mas amplios cambios en toda la historia del hombre y dentro
de estos cambios están los medios de comunicación, con singular alcance y
penetración en la sociedad pero por sobre todo, en la conciencia de la gente.
En sus orígenes, los medios
de comunicación de masas fueron concebidos exclusivamente como una
herramienta de información.
El desarrollo de las sociedades ampliaron las funciones de
los medios convirtiéndolos en ejes esenciales de la actual globalizada vida en común de la humanidad.
Expertos en el tema y los mismos profesionales de las comunicaciones las
caracterizan así:
Informar: En un sentido amplio, todo lo que aparece en los medios es
información. Por su carácter
masivo, todas las personas pueden compartir y conocer, en tiempo real, los
hechos que suceden en su entorno y en el mundo fundamentalmente a través de la
radio y televisión.
Entretener: Entretener o entregar diversión también se ha convertido en
una función básica de los medios de comunicación. Fundamentalmente, la
televisión es hoy en día la fuente principal de entretenimiento masiva.
Educar:
Esta función educativa y de difusión de la cultura en general se mantiene y
amplifica en nuestros días, apoyada en la tecnología, y en la masificación de Internet. Asimismo, dentro de esta función
educativa los medios masivos de comunicación recogen y transmiten los valores
culturales de las distintas generaciones, pues esta es la única forma en que la
comunidad se conozca a sí misma, asuma sus raíces, su pasado, sepa de sus
orígenes, reconozca su identidad y se proyecte al futuro.
Persuadir, orientar y
formar opinión: Esta función es aquella
que pretende convencer al receptor sobre un tema o sobre algo específico y
utiliza la argumentación como soporte principal y fundamental para este fin. Los medios se usan para formar la
opinión pública, influir en los votantes, cambiar actitudes, moderar la
conducta, derrumbar mitos y vender productos.
Dentro de este esquema, tenemos al deporte y al olimpismo, que al
decir de muchos debería estar a la
vanguardia y en pleno liderazgo de una nueva política cultural para los
deportistas. Es innegable que el deporte se transformó en el nuevo negocio,
dejando de ser, en algunos casos, una expresión genuinamente cultural para
transformarse en una expresión económica
y financiera, perdiendo su esencia el juego, sus objetivos , alterando la idiosincrasia,
dejando en el olvido o la nostalgia, el sentido de pertenencia y de identidad, transmutando a un deporte mediático. Así
mismo el deporte se ha convertido en la
usina generadora de contenidos, de nuevas modas, hasta de léxicos o términos,
algunos regionales que se aplican, sin
saber sus significados. En tanto la televisión capta audiencias que marcan que ya
no podemos pensar en un deporte para el fin de semana, sino que lo podemos
encontrar en cualquier día y a cualquier hora.
En contraposición de estos
conceptos, surge la teoría del Olimpismo, la filosofía que pone al deporte
siempre al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer
el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con la dignidad
humana...apoyando y fomentando la formación de la ética deportiva...velando por
el mantenimiento del espíritu de fair play por el deporte y la erradicación de
la violencia, términos y definiciones que encontraremos en la Carta Olímpica.
Al no tener el Olimpismo una
definición mas concreta, este no pertenece a ninguna raza, ni a ninguna época y
las mas diversas fórmulas se le pueden aplicar, entonces pensar que lo podemos
amoldar con términos propios, a nuestra gente, donde lo puedan vivenciar un
niño o un adolescente de las yungas, la puna, el valle o la precordillera sin
lo virtual sino desde lo presencial a través del docente, quien con su dedicación y responsabilidad tendrá en sus manos una
herramienta mas para mejorar nuestra sociedad futura.
La realidad imperante, confirma que los medios
de comunicación ejercen una gran influencia que se debería aprovechar en
beneficio de una corriente pedagógica diferente, pero a la vez universalizada
de diferentes maneras y desde diferentes instituciones, entre ellas el deporte
y la escuela.
En el orden local, debo decir que
de acuerdo a una consulta realizada, existe la tendencia a confundir Olimpismo
con Juegos Olímpicos, desconociendo muchos la existencia de Pierre de Cubertin,
aduciendo que la difusión dependerá de las personas o instituciones que se
dedican a esta actividad y acerquen a
los medios de comunicación estas
iniciativas, como así también desconocen acerca de que los valores olímpicos
pueden ser aplicados al deporte y a la educación.
Los medios de comunicación no
siempre tienen las respuestas a todas las demandas, lo cual implicaría trabajo,
insistencia, sistematización, coordinación, compromiso en la difusión del
Olimpismo.
En primer lugar no debemos perder de vista los
objetivos y los alcances para lo cual vamos a difundir el Olimpismo, atento a
que la tarea infiere en primer término, acabados conocimientos en la materia,
disposición de tiempo, articulación con medios de comunicación pero también con
otras instituciones, entre ellas las educativas de los diversos niveles, que es en definitiva hacia donde
apunta esta particular filosofía.
En el presente trabajo,
“OLIMPISMO: UNA PERSPECTIVA DIFERENTE”, De Grecia a Yavi se intentó poner sobre
relieve la posibilidad de compartir la enseñanza que nos legaran los postulados
del Olimpismo como es el respeto, la humildad, la solidaridad, compañerismo,
honestidad, que en un jujeño se transformaran en virtudes y me refiero a don
Eduardo Armella, de un maestro del tiro,
único representante de Jujuy en los
Juegos Olímpicos de Japón de 1964 y que poco supimos valorar en nuestro medio y
en nuestra región. Este Yaveño, no solo paseó por el mundo su maestría con el
tiro, también lo hizo con su humildad, respeto, compañerismo, entrega, por eso
el subtítulo: De Grecia a Yavi, asumiendo que es importante también conocer
acerca de la historia de nuestra gente, compartirla y también difundirla.
La
historia es una de las ciencias sociales que nos permite el constante ejercicio
de la memoria, en términos de Cubertin, servirá entonces para revalorizar a
estos héroes anónimos que caminan nuestras calles, están en nuestras escuelas,
en nuestras canchas, en nuestros gimnasios es a quienes debemos poner en la
senda de aquellos que comienzan a transitar la vida en busca de un horizonte de
mayor esperanza, entendiendo que es posible ya que el modelo a seguir está al
alcance de sus manos, para que puedan mirar
primero lo nuestro, lo propio, sin recurrir a los ídolos foráneos,
muchos de ellos corroídos por la vanidad, el despilfarro y que se derrumban ante la mínima exigencia
social o moral.
CONCLUSIONES
El Olimpismo, es un ámbito
inobservado, un terreno inexplorado y un recurso sin explotar desde distintos
puntos de vistas:
-
educativo
-
social
-
dirigencial
-
de los medios de comunicación
El Olimpismo es en esencia,
identidad, convicción, práctica y no lo meramente informativo, pues la
responsabilidad de su difusión implica entrega, estudio, investigación,
capacitación y todo con un sentido direccionado al altruismo.
Es posible que la falta del
estímulo comercial, reste compromiso a quienes están vinculados al deporte para
su difusión, pero lo redituable no siempre lo deberemos medir en forma
monetaria o material, porque tal ves algún niño o algún joven de nuestra región
encontró los verdaderos valores como
amistad, lealtad, compañerismo, respeto, a partir del deporte entendiendo que
tanto el triunfo como el fracaso están en la vida, o en un campo de juego, en cada paso que demos, pues
al decir de Pierre de Cubertin ... la vida es simple porque la lucha es simple.
El buen luchador retrocede pero no abandona. Se doblega pero no renuncia...
No debemos, entonces perder de vista que el Movimiento Olímpico es
ante todo un movimiento pedagógico, por lo tanto pretende brindar enseñanzas a
partir del deporte, en coordinación con todas las instituciones que se sientan
identificadas por esta corriente de pensamiento.
El aporte de los medios de
comunicación, indudablemente es importante, en tanto no se pierda de vista el objetivo final que es
llegar a la gente con un mensaje del Olimpismo genuino, veraz, responsable,
ecuánime y sin manipulaciones, intentando el periodista, emular a los antiguos
espondóforos, los heraldos de la paz, que representaban la nobleza, la
pulcritud, el respeto, pues estos eran los encargados de comunicar a las
ciudades y a la gente que los juegos estaban listos para iniciarse.
Pero lo imprescindible en la
construcción del conocimiento de los niños y los jóvenes, está en la escuela,
ámbito adecuado para desarrollar todas las aptitudes académicas y también sociales,
por que como lo afirmaba José Ingenieros...el niño debe aprender a trabajar
jugando, entre caricias y sonrisas, entre pájaros y flores, cuando la escuela
resulte mas divertida que el hogar mezclando los juegos a la producción de las
cosas útiles, amará el trabajo, lo deseará y al fin estará satisfecho viendo
salir de sus manos cosas estimadas como espontánea retribución de la enseñanza
recibida.
Es absurdo atiborrar la memoria de
palabras y de fechas sin desenvolver al mismo tiempo las aptitudes físicas, del
organismo y los sentimientos de solidaridad social, conviene perfeccionar
aquellos métodos que permite asociar la teoría con la práctica.
Los medios de comunicación,
herramientas de aplicación utilitaria, de gran alcance, de fuerte influencia,
con los cuales se debe trabajar antes que para la difusión del Olimpismo,
trabajar en su capacitación, con lo cual el resultado se aproximará al deseado.
Para finalizar y si pretendemos llegar al fortalecimiento
mental, espiritual y físico, el hombre necesita cultivar y vivir sus virtudes.
Un permanente progreso deportivo y espiritual de sus virtudes personales dará
como resultado el equilibrio fundamental hacia la excelencia. De allí que
cuando hablamos de Olimpismo nuestros actos deben ser consecuentes con su
filosofía y hacerse evidentes en el entorno que nos desenvolvemos, ya sea como
docente o periodista. Como complemento a lo anteriormente expuesto es preciso
resaltar el poder transformador intrínseco del Olimpismo fundamentado en
valores.
Recordar una cita, de las tantas de Pierre de
Cubertin :
“EL OLIMPISMO ES LA GLORIFICACIÓN
DE LA JUVENTUD”.
Para mí, humildemente sostengo que
el olimpismo ES EL ENCUENTRO CON EL PENSAMIENTO HUMANO DEL DEPORTE.
SERGIO TOLABA
EL OTRO FUTBOL
RADIO
TRANSAMERICA 104.1
-CARTA OLÍMPICA, Principios Fundamentales.
- DURANTEZ, Conrado. El Olimpismo y la Paz. Facultad de
Educación Física de la Coruña.
-
COUBERTIN, Pierre. Ideario Olímpico
- DURANTEZ, Conrado. La Antorcha Olímpica
- CAGIGAL, José María, ¡Oh Deporte!.
- INGENIEROS, José, El hombre mediocre
CORRECCIONES FINALES
Lic. Alberto Alabí - Vicedecano Facultad de Humanidades y Ciencias
Sociales-Universidad Nacional de Jujuy-