viernes, 30 de mayo de 2014
domingo, 25 de mayo de 2014
sábado, 24 de mayo de 2014
miércoles, 21 de mayo de 2014
miércoles, 14 de mayo de 2014
TIRO OLÍMPICO, DE GRECIA A YAVI
TIRO OLÍMPICO, DE
GRECIA A YAVI
Eduardo Armella es
para el deporte jujeño, el único representante en juegos Olímpicos de nuestra
provincia y del norte argentino. Aquí su recuerdo, su trayectoria y su legado.
La historia del Tiro Olímpico se remonta a la primera
Olimpíada celebrada en Atenas en 1896, pues el barón Pierre de Coubertin, a
quien se reconoce como padre de los Juegos Olímpicos de la era moderna, fue
siete veces campeón en su país, Francia, así es
que abogó para que se incluyera
este deporte dentro del calendario olímpico. El tiro ha estado presente en
todas las Olimpiadas, menos en 1904 y 1928. Las mujeres empezaron a participar
en México 1968 junto a los hombres. Y no fue sino hasta 1984 que ya tienen sus
pruebas especificas. En los Juegos Panamericanos, este deporte está presente
desde su primera edición en 1951
oportunidad en la que se realizaron en nuestro país. Es importante saber que
las competencias internacionales de Tiro en sus distintas modalidades, se rigen desde 1998 por las
normas de la Internacional Shooting Sport Federation (ISSF).
Dentro de este contexto, surge una figura humilde, de
característicos rasgos norteños, de andar firme como su pulso, de mirada
sincera y certera, imaginando seguramente alguna silueta estática o móvil,
pensando en hacer centro, o quizás
imaginando las interminables aguas del mar que lo transportarían a horizontes
más allá de su Yavi natal.
Eduardo Florentino
Armella, jujeño, argentino, marinero y deportista como pocos, representó a
nuestra provincia y a nuestro país en las mas encumbradas competencias
internacionales, es hasta hoy, el único deportista jujeño en participar en los
Juegos Olímpicos, como los de Japón en
1964. Transcurrieron cincuenta años, y los cambios que se fueron produciendo en
la sociedad como en el deporte, no nos
deben impedir recordar a quien pensó que la superación, no solo es fruto del
talento, también es fruto del trabajo, la disciplina, el esfuerzo, y
seguramente, algo de fortuna. Eduardo Armella nació el 20 de junio de 1928, en
Yavi, provincia de Jujuy. Con tan solo 18 años ingresaba a la Armada Argentina,
egresando en 1947 como Cabo Naval, pasando a situación de retiro en 1993.
EDUARDO ARMELLA-OLÍMPICO JUJEÑO |
Su actividad deportiva se inició a los diez años, en la
Sociedad de Tiro y Gimnasia, en aquel entonces bajo la dirección de su padre, quien era
responsable del polígono. No tardaron mucho tiempo en llegar los primeros
resultados, pues a los quince años, junto a su padre y a un hermano, ganan su primer torneo, que marcaría ese largo
sendero de logros deportivos en toda su vida deportiva. Desde 1959 integró
distintas delegaciones argentinas que lo llevaron a participar en diferentes compromisos
deportivos no solo en nuestro país sino a nivel Sudamericano, Panamericano,
Mundiales y en 1964, representando a nuestro país en los Juegos Olímpicos de
Japón.
Mencionar sus conquistas deportivas, nos remonta a
aquellos años en los que lo vieron coronarse Campeón Sudamericano, Campeón
Rioplatense, Campeón Argentino de Tiro, Maestro Tirador Mundial, Instructor de
Tiro, desempeñándose además como secretario de la Confederación Sudamericana de
Tiro, fue integrante de la Junta Ejecutiva de la Federación Argentina de Tiro
en los períodos 1982 al 1988 y 1995 al
1998. Asimismo fue integrante de la Confederación Americana de Tiro. Se desempeñó como Juez Internacional de la ISSF
habiendo alcanzado la máxima categoría “A”, fue conferencista, colaborador de
revistas especializadas en tiro, entre otros cargos, que hablan de su capacidad
y personalidad.
El 14 de enero de
2011 fallece en San Salvador de Jujuy.
Eduardo Armella, escribió su propia página en el deporte
jujeño y argentino, más allá de sus logros deportivos, está el legado de su
entrega y compromiso como persona por un deporte que se reconoce como Olímpico
por excelencia.
SERGIO TOLABA
ACADEMISTA OLÍMPICO
JUEGOS OLÍMPICOS DE SAN LUIS 1904
JUEGOS OLÍMPICOS DE SAN LUIS 1904
Días Antropológicos en San Luis 1904, la mayor afrenta racista en la
historia del deporte
En 1904, durante la disputa de
los Juegos de San Luis, se llevó a cabo la que está considerada la mayor mancha
racista en la historia del deporte. Muchos son los episodios de racismo que se
han dado a lo largo de la historia del deporte. Por desgracia, aún en nuestros
días. Pero nadie duda de que el capítulo más grave, más lamentable, se produjo
en 1904, durante la disputa de los Juegos Olímpicos de San Luis. Eran otros
tiempos, se trató de un hecho que hoy nos parecería inadmisible, pero no hay
duda de que dejó marcado para siempre el espíritu del olimpismo. Fue la tercera
edición de los Juegos Olímpicos modernos -los primeros en continente
americano-, una de las más importantes para sentar las bases del futuro. Porque
se estrenaron deportes posteriormente vitales como la natación, y porque se
repartieron por primera vez las medallas. Pero paralelamente a su disputa, se
decidió organizar unos Antrophological Days. Dos jornadas de bochornoso
racismo, para los que se obligó a competir a aquellos que los estadounidenses
consideraban "seres primitivos", como negros africanos, indios sioux
y de otras tribus, moros, patagones, sirios, o pigmeos. Una triste parodia de
los Juegos con el único fin de demostrar la supuesta superioridad física y
moral de la cultura anglo-americana, y que se convirtió en un lamentable
espectáculo, denigrando a unas razas que por aquel entonces se consideraban
inferiores e indignas. Era la manera perfecta, consideraban los organizadores
de tal evento, William J. McGee y James Sullivan, figuras importantes en la
antropología y en el deporte estadounidense respectivamente, de demostrar la
inferioridad del mundo indígena. Con ello se pretendía demostrar su completa
jerarquía racial. Durante el primer día, les pusieron a competir en deportes ya
habituales para los Juegos Olímpicos; deportes, en cualquier caso, a los que
estas personas no estaban habituadas y para nada interesadas en realizar. Las
carcajadas de los espectadores -muy numerosos- se desataban cuando, por
ejemplo, uno de ellos era capaz de lanzar el peso a sólo tres metros, cuando en
realidad era un ejercicio que estaban realizando por primera vez. En la segunda
jornada dieron paso a deportes supuestamente más habituales para los salvajes,
como les denominaban. Por ejemplo, les hacían disparar flechas con arcos
-posteriormente, deporte olímpico- o subirse a árboles en la menor brevedad
posible. Pierre de Coubertin, el fundador de los Juegos Olímpicos modernos y
verdadero valedor y defensor del espíritu que debía acompañar esta celebración,
quedó muy molesto y dolido. No tanto al principio, cuando consideró la idea
como una "travesura de país joven", sino cuando comenzó a celebrarse
la lamentable exhibición, y pudo contemplar in situ la crueldad y ofensa que se
producía dentro de ella. Fue entonces cuando tildó aquellas jornadas de
"mascarada ultrajante", y, totalmente indignado, soltó una frase
profética: "Esto dejará de existir cuando estos negros, estos cobrizos,
estos amarillos, aprendan a correr, a saltar, a lanzar, y dejen a los blancos
que hoy les están humillando por detrás de ellos". Así ha sido.
Y mientras, un atleta negro haciendo historia
En cualquier caso, no deja de
sorprender que durante estos Juegos Olímpicos de San Luis, durante esta mancha
imborrable de racismo en el deporte, se viviera la primera medalla olímpica de
un atleta negro norteamericano. Se trataba de George Poage, hijo de esclavos
nacido en Missouri en 1884, y que consiguió llegar al instituto, donde brilló
tanto en el campo deportivo como a la hora de estudiar, convirtiéndose en el
primer africano-americano en graduarse de la escuela.
Ya en la Universidad de
Wisconsin, donde entró para estudiar Historia, comenzó a formar parte del
equipo universitario de atletismo, siendo también el primer atleta negro que lo
conseguía. Y aunque no lo tuvo fácil, fue ganándose el respeto de todos a
medida que iba ganando carreras. En 1904 terminó la carrera, con una tesis
final llamada "Una investigación sobre las condiciones económicas de los
negros en el Estado de Georgia durante el periodo de 1860-1900". Y ese
mismo año fue llamado para competir con el equipo estadounidense en los Juegos
Olímpicos de San Luis. Ahí se convirtió en el primer atleta negro que conseguía
una medalla olímpica. Y lo hizo por partida doble: bronce en los 200 metros vallas y en
los 400 metros
vallas. Eso, a pesar de que le solicitaron en más de una ocasión que se sumara
al boicot que estaban realizando los africano-americanos a causa, precisamente,
de aquellos Días Antropológicos. Probablemente, las medallas ganadas por Poage
fueron la mejor manera de demostrarles que estaban muy equivocados.
Fuente: libertad digital
SERGIO
TOLABA
ACADEMISTA OLÍMPICO
martes, 13 de mayo de 2014
lunes, 12 de mayo de 2014
Balbir Singh Relives Memories Of The London 1948 Olympics | Olympic Rewind
Balbir Singh de la India mira hacia atrás en sus recuerdos de ganar el oro del hockey en los Juegos de 1948 en Londres y en las emociones y el ambiente que la experiencia de juego en el estadio Wembley.
sábado, 10 de mayo de 2014
lunes, 5 de mayo de 2014
Incredible Finish To The Marathon - London 1948 Olympics
Increíble Acabado Para el maratón de Londres 1948 - Juegos Olímpicos
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