El tirador Olímpico Eduardo Armella junto a sus afectos (reclinado con una niña en sus brazos) |
Yoshinori Sakai |
La tradición dice que la última persona en cargar la antorcha olímpica debe ser un atleta del país anfitrión del evento. Por esta razón todos se sorprendieron cuando la antorcha que surgió en el Estadio de Tokio, durante los Juegos Olímpicos de 1964, fue conducida por Yoshinori Sakai. En esa época, él tenía apenas 19 años. El acto, al que asistieron 75.000 personas y fue visto por todo el mundo, era simbólico. Yoshinori nació el 6 de agosto de 1945, en una aldea cerca de Hiroshima. Nació el mismo día en que la ciudad fue devorada por una bomba atómica, que hirió el alma japonesa y mundial. Aún con las cicatrices de la guerra abiertas, el joven japonés que nació en el día del primer bombardeo nuclear de la historia de la humanidad dejaba claro que su país seguía resistiendo. Casi 20 años después, Japón mostraba que consiguió sobrevivir a la mayor tragedia de todas las guerras. En 1964, por la primera vez la antorcha olímpica brilló en tierras orientales. Los japoneses mostraron la impecable organización. Los cuidados con la organización hicieron que los japoneses atrajeran centenares de observadores. El pueblo de la tierra naciente fue el más acogedor de todas las Olimpíadas. Hasta los mismos norteamericanos recibieron un tratamiento especial. En menos de dos décadas, el país reafirmaba su condición de superar las adversidades. Así fue en el terremoto de 1923, cuando murieron 150.000 personas y en 1945 año en que los bombardeos nucleares quitaron la vida de más de 120.000 japoneses. El país vivió momentos de aprensión algunos días antes de la ceremonia de apertura. Los meteorólogos anunciaban que el huracán Wilma podría entrar en acción cerca de Tokio. Pero el temor no se concretó. En la fiesta, los atletas se abrazaban y se saludaban. Al final miles de palomas blancas buscaban nuevos destinos y el país de los samuráis se despedía: Sayonara. Participaron 93 países y 5.140 atletas. Debemos destacar que en la Misión Argentina, viajaba un deportista muy particular en la selección argentina de tiro, el era EDUARDO ARMELLA, nacido en Yavi, provincia de Jujuy, quien no solo representó al país en estos Juegos Olímpicos. Fue vocal del comité de Rifle en la Confederación Americana de Tiro (México), miembro de la Junta Ejecutiva de la Confederación Argentina de Tiro. Profesor instructor para la formación de árbitros, estuvo en diversos cursos de capacitación. Fue miembro de la comisión asesora del RENAR (Registro Nacional de Armas), asesor de la Federación de Tiro de Buenos Aires, colaborador en diversas revistas especializadas en tiro, dictó conferencias sobre mitología de tiro deportivo, instructor de tiro en la Dirección General de Tiro, entrenador de los equipos olímpicos argentinos de tiro, director de la escuela de tiro deportivo del Tiro Federal Jujuy, miembro honorario del Tiro Federal Jujuy y tantos otros cargos más.
SERGIO TOLABA
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