Cathy Freeman-SIDNEY 2000 |
Los mejores juegos de la historia. Así definió Juan Antonio Samaranch los XXVII juegos celebrados en Sydney. Los juegos de Sydney son los primeros juegos del siglo XXI, después del descontrol organizativo de los juegos de ATLANTA, el objetivo que se marcaba la ciudad australiana era hacer olvidar Barcelona. Australia, es una nación enamorada del deporte, más de 6 millones de sus habitantes de un total de 19 están federadas en algún deporte, además se construyeron unas magnificas instalaciones para albergar los juegos, (Estadio Australia, Centro Acuático internacional, etc.), así como el nuevo aeropuerto, (Aeropuerto internacional de Sydney), las obras se prolongaron por un periodo de 7 años. En estos juegos se hizo especial hincapié en la conservación del medio ambiente, por primera vez grupos ecologistas como Greenpeace estuvieron inmersos en la organización de los juegos, como ejemplo, la villa olímpica usaba energía solar o las instalaciones deportivas de la bahía de Ómnibus, conocidas antes como el mayor vertedero de Australia, sufrió una transformación espectacular, invirtiendo 25.000 millones de dólares en convertir en parque natural lo que antes era un vertedero. A destacar que las dos Coreas desfilaron bajo la misma bandera, abriendo un poco de luz en un conflicto que dura décadas. Los atletas de Timor desfilaron bajo bandera olímpica. Los últimos relevos antes del encendido del pebetero fueron un homenaje a las mujeres, Betty Cuthbert (atleta en 1956 y 1964), postrada en una silla de ruedas a causa de una esclerosis múltiple, realizó el primer relevo ayudada por Raaelne Boyle (atleta en 1968 y 1972), fueron relevadas por la mítica nadadora australiana Dawn Fraser (1956, 1960, 1964), el siguiente relevo fue para Shirley Strickland Delahunty (atleta en 1948, 1952, 1956), le siguió Shane Gould (nadadora 1972) , y Debbie Flintoff-King (atleta 1988). Es de destacar la presencia de la relevista de la ANTORCHA OLÍMPICA de la campeona argentina de aguas abiertas, la nadadora SILVIA DALOTTO, cumpliendo de esta manera el sueño de todo atleta olímpico. La organización mantuvo en secreto hasta el final la identidad de la persona encargada de encender el pebetero, resultó ser la atleta de origen aborigen Cathy Freeman. En toda la ceremonia, la organización hizo un guiño a la cultura aborigen, esta estuvo presente en todo momento, incluso a la hora de elegir la persona que encendería el pebetero. La situación real es que la mayoría se encuentran marginados, viviendo en la pobreza desde hace 200 años.
SERGIO TOLABA
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