BALDWIN HILL-VILLA OLÍMPICA 1932 |
Después del
"circo" de Saint Louis 1908, el COI permitió que los Estados Unidos
volvieran a organizar unos Juegos. La situación en el país americano no era la
idónea. Los desastres del ‘crack’ de 1929 todavía resonaban en la economía
estadounidense. El paro en el país era de 12 millones de personas, pero William
May Garland, el auténtico factóctum de los Juegos de 1932, consiguió que las
instituciones aportaran 2,5 millones de dólares para la organización del evento.
Los Angeles y California se volcaron en la organización de los Juegos, que se
desarrollaron del 30 de Julio al 14 de Agosto. Todo salió sobre ruedas, tanto
que el comité olímpico estadounidense se embolsó un millón de dólares de
beneficios. Una de las principales novedades fue la creación de una villa
olímpica, Baldwin Hills, para los deportistas a unos 20 kilómetros del
centro de Los Angeles. De hecho, en París ya se había ensayado que los
participantes estuvieran reunidos todos en un mismo centro, pero resultó un
fracaso. En Los Angeles se avanzó en este camino, aunque las 127 mujeres que
compitieron no pudieron acceder a la villa y tuvieron que alojarse en un hotel.
De los poco más de 1.400 deportistas, representantes de 37 países, la
delegación española contó con sólo seis atletas, cinco en tiro y uno en vela.
Santiago Amat consiguió el bronce en la prueba marina. Era la primera a título
individual del deporte español, si descontamos la del marqués de Villaviciosa,
conseguida 32 años antes, pero que no consta en los archivos del COI por el
desbarajuste de pruebas de París 1900. En estos Juegos, el COI limitó la
presencia de tres atletas por prueba y país. Pero pese a estas trabas, los
Estados Unidos arrasaron en el medallero con 41 medallas de oro por 12 de su
inmediato seguidor, Italia. Las pruebas atléticas fueron las más
espectaculares. Las mejoras técnicas y el mayor grado de preparación de los
atletas, así como la pista del Memorial Coliseum, provocaron una explosión de
récords. En hombres se batieron nueve plusmarcas, mientras que en mujeres
fueron once.
SERGIO TOLABA
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